Después de una larga búsqueda, encontraste la propiedad que estabas buscando y ahora estás listo para rentar tu propiedad, lo siguiente es firmar el contrato de arrendamiento y en este artículo te contamos todo lo que debes saber y tener cuenta.
No hay razón para tenerle miedo ni desconfianza a los contratos, ya que al final de cuentas están ahí para protegernos de posibles problemas futuros.
Las bases sobre las que se postra un contrato de arrendamiento son esenciales para su funcionamiento. Si alguno de los siguientes temas no está 100% claro, no podrás realizar una operación exitosa entre tú y la contraparte, ya sea arrendador o arrendatario.
1. Garantías
En México todavía hay lugares donde se pide un aval que responda a nombre del arrendatario, en caso de incumplimiento o cualquier irregularidad.
También se acostumbra solicitar 1 mes de renta como depósito, el cual es devuelto al final del contrato en caso de que la propiedad se entregue al 100%, es decir sin necesidad de reparaciones, mantenimientos o cuentas pendientes.
2. Renta
El contrato de renta tiene que estipular exactamente:
- Cuánto se va a pagar de renta.
- En qué fecha se pagará.
- En qué forma.
- Las consecuencias de no cumplir con lo estipulado.
También es necesario estipular la forma de contemplar el aumento de renta: en México muchas veces se basa en el incremento del INPC (índice Nacional de Precios al Consumidor), puede ir ligado a la inflación, o a otros factores diversos.
Es importante recalcar que en México hay diferentes Códigos Civiles y que cada uno puede dictar algo diferente, aunque la mayoría estipula que no puede haber aumentos mayores al 10%, y que el incremento debe ser solamente 1 vez al año.
3. Duración
¿Cuánto va a durar mi contrato?, es una pregunta que debes hacerte y para definirla hay que tener en cuenta la legislación actualizada que define esto, ya que ahí se estipulan mínimos y máximos.
Usualmente, para casa habitación se firman contratos anuales, que pueden (o no), renovarse automáticamente, ya que ahorra los trámites de un nuevo contrato al finalizar el mismo. Aquí también ayuda el haber establecido previamente el aumento de la renta, como mencionamos justo en el punto anterior.
En propiedades de giro comercial o industrial, las rentas suelen ser por temporadas más largas y generalmente se firman contratos por 3 o 5 años, con un aumento ya establecido, y renovación por un par de años más, pudiendo ser hasta el doble de la duración inicial del contrato.
4. Mantenimiento y reparaciones
Un tema bastante delicado, ya que puede desembocar en verdaderos dolores de cabeza tanto para el arrendador como para el arrendatario.
Si bien hay usos y costumbres que dictan específicamente qué cosas debe reparar el arrendatario y qué cosas el arrendador, lo mejor es tener en mente lo que puedes ofrecer y lo que esperas de la contraparte. Todo debe estar por escrito para no enfrentar problemas a lo largo del contrato.
5. Gastos
Algunas propiedades vacacionales incluyen la energía eléctrica, algunos departamentos incluyen el servicio de internet, algunas bodegas industriales incluyen ciertas modificaciones para el inquilino; la idea es dejar todo por escrito para saber de quién es, qué responsabilidad para poder llevar el contrato a buen término.
Consejo extra:
Piensa en todas las situaciones que se puede dar alrededor de la propiedad y de cómo podrían afectar el uso o el funcionamiento de éste:
- Eventos naturales como huracanes, inundaciones, terremotos, etc.
- Eventos humanos como accidentes, cierre de calles, reparaciones, etc.
Todo es válido y debes llegar a un acuerd antes de que estos eventos sucedan para que ambas partes sepan qué se debe hacer y puedas tener un sustento legal en caso de que alguna parte no cumpla con lo establecido.
¡Ya estás listo para firmar un contrato! Es un hecho que si cubres todas estas variantes, y te asesoras de un buen abogado para la firma del contrato, no tendrás problemas por causa del contrato a lo largo de la relación arrendataria.
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