Independizarte, mudarte a otra ciudad o simplemente a otros rumbos de la tuya o cualquier ocasión que amerite cambiar de vivienda siempre suele llegar con una pregunta muy importante, muchas veces mucho antes de siquiera poder tomar la decisión: ¿Rentar o comprar?
Comprar o rentar un bien inmueble no es cualquier cosa, requiere de cierto poder adquisitivo, un compromiso a mediano o largo plazo, y la intervención de documentos legales y trámites que protegen a las dos partes. Sin embargo, las diferencias entre ambas modalidades, tanto en materia de calidad de vida como en materia de economía, son muchas.
Ventajas y Desventajas de rentar una propiedad
Rentar una propiedad es una alternativa rápida y sencilla que no pone demasiado en riesgo. Generalmente, las rentas de viviendas, locales comerciales o habitaciones tienen un plazo forzoso que puede ir desde los seis meses hasta los dos años, pero el compromiso puede romperse en cualquier momento, con consecuencias mínimas, en la mayoría de los casos.
Al rentar una propiedad:
- No requieres de solicitar créditos hipotecarios
- El poder adquisitivo que necesitas es menor
- El compromiso es a corto o mediano plazo y termina cuando desees
- Puedes disfrutar de una propiedad sin necesitar de comprometerte a pagarla por muchos años
Sin embargo, una propiedad rentada nunca dejará de ser simplemente un gasto más, sin rendimiento alguno a mediano o largo plazo.
Una propiedad inmobiliaria que rentas nunca va a pertenecerte, a incluso puede perjudicarte que el terreno aumente su valor, pues esto se puede traducir en aumento en la renta mensual.
Además:
- No tienes la libertad de adaptar la construcción a tus necesidades o las de tu negocio en caso de un local comercial, pues los permisos de remodelación no suelen ser parte de los contratos.
- Cualquier gasto de mantenimiento solo hará más amplia tu deuda sin rendimiento alguno.
- No recibes un patrimonio propio, incluso pagando años de renta.
- Puedes pasar tu vida pagando el valor de una propiedad a través de rentas, pero nunca va a ser tuya.
- El propietario puede terminar el contrato en cualquier momento y ponerte en un apuro.
Ventajas y desventajas de comprar una propiedad con un crédito hipotecario
Sacar un crédito hipotecario para comprar una propiedad es un compromiso que puede extenderse por años e incluso décadas, dependiendo del tipo de crédito, el banco, los intereses y tu poder adquisitivo, sin embargo, es una opción sumamente cómoda para convertirte en el dueño de un inmueble y extender tu patrimonio.
Cuando solicitas un crédito hipotecario esencialmente vives como si estuvieras pagando una renta, destinando una cantidad mensual para tu propiedad, con la excepción de que, con el paso del tiempo, esa propiedad va a convertirse en parte de tu patrimonio, por lo que en vez de un gasto, esto es una inversión.
Contar con una propiedad que sea tuya te brinda muchos beneficios y ganancias, como por ejemplo:
- La plusvalía de la tierra o de la propiedad pasa a beneficiarte directamente a ti.
- También eres libre de hacer las modificaciones y remodelaciones que tu quieras.
- Tener una propiedad inmobiliaria puede sacarte de apuros económicos en el futuro.
- Puedes convertirte en arrendatario y rentar tu propiedad de manera parcial o total.
Entre las mayores desventajas se encuentra el compromiso a futuro, que puede suponer un problema si en algún momento dejas de tener fondos para costear las mensualidades, sin embargo, siempre existen procesos de traspaso, y mucha demanda en el mercado, por lo que resolver estas situaciones está a tu alcance.
Comprar una propiedad con un crédito hipotecario es sin duda alguna la mejor opción, pues eventualmente, esa propiedad termina en tu posesión. También existen otras formas de comprar una propiedad sin sacar un crédito hipotecario, y te las compartimos en esta otra entrada.
¿Qué otras preguntas tienes? Ponte en contacto con nosotros, estamos listos para ayudarte.